Mil teólogos piden ao Papa que rehabilite aos castigados por Ratzinger

“Pedimos la suspensión de las sanciones y la rehabilitación de los teólogos y teólogas represaliados, sobre todo durante los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI, especialmente represivos en cuestiones de teología moral y dogmática”. Este es el último punto del manifiesto del 33 congreso de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, que ha reunido este fin de semana a mil personas para debatir sobre la vigencia de la Teología de la Liberación. Según los reunidos, la rehabilitación de sus colegas “es exigencia de justicia”, pero, también, “condición necesaria de la tan esperada reforma de la Iglesia y prueba de la autenticidad de la misma”. Se refieren al recién estrenado pontificado de Francisco, argentino, jesuita y compañero de religiosos de esa corriente de pensamiento cristiano cuando era el provincial de la Compañía de Jesús en Buenos Aires.

Durante el pontificado del polaco Juan Pablo II, con el cardenal Joseph Ratzinger como presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que es como se llama ahora el siniestro Santo Oficio de la Inquisición, fueron condenados o expulsados de sus cátedras cientos de pensadores católicos, en la mayoría de los casos por su vinculación con la teología de la liberación e incluso por seguir orientaciones del Concilio Vaticano II. Entre las execraciones más sonadas, figuran las condenas del suizo Hans Küng, el francés Jacques Pohier, el belga Jacques Dupuis, el brasileño Leonardo Boff y los españoles Marciano Vidal, Juan José Tamayo, Benjamín Forcano, José Arregi, Jon Sobrino, José María Castillo y Juan Antonio Estrada.

Este congreso sobre la Teología de la Liberación ha contado con la participación del obispo mexicano Raúl Vera y del jesuita Juan Masiá, castigado por su teología bioética. Vera era auxiliar de Samuel Ruiz, el mítico prelado de Chiapas, y fue ‘exiliado’ a Saltillo por sus simpatías con el movimiento indigenista, acusado incluso de connivencia con los zapatistas. Ha hablado en Madrid sobre ‘La Iglesia de los pobres’. Muy crítico con las jerarquías, alejadas de los pobres, relacionadas con el poder, cuando se le preguntó qué esperaba del papa Francisco, dijo: “Espero un Papa con libertad evangélica, que hable directo, que no tenga miedo. Jesús no tuvo miedo. Me gustó su primer discurso. Nos advirtió sobre la Iglesia que tiene poder. Le dije al obispo que estaba a mi lado: Oye, qué bien, este Papa viene a por nosotros”.

El congreso se cerró con la colecta de 11.300 euros para proyectos solidarios y se abrió con este mensaje del obispo emérito Pedro Casaldáliga, uno de los padres del catolicismo iberoamericano. “¿Quién le tiene miedo a la Teología de la Liberación? Con la llegada de Francisco se ha agitado el tema y nos hemos confirmado en la convicción de que la teología es Teología de la Liberación o no es teología, ciertamente no lo sería del Dios de Jesús. Para que seamos libres Él nos liberó. Os envío un abrazo del tamaño de nuestra utopía, el Reino”.

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